Crítica - Las colinas tienen ojos (¡y qué ojos!)

La hostia, la puta hostia. Eso fue lo que pensé cuando terminé de ver este peliculón. Era consciente de que era un remake, de que los remakes (casi) nunca superan a la original, salvo El amanecer de los muertos y La matanza de Texas 2004.

La peli arranca con una escena que nos prepara para lo que vamos a ver dentro de unos cuantos minutos, con unos títulos de crédito de infarto (creo que fue donde más sustos me llevé) la película sigue con un argumento muy común: una familia cruza la zona desierta de Nuevo México para llegar hasta California; al parar en una gasolinera, el dueño de esta les cuenta que si avanzan por el desvío que va por las colinas se ahorrarán un par de horas, menudo hijo de puta. Cosa mala porque ahí se situan unos mutantes que viven en un pequeño pueblo minero situado por esas colinas, que fue abordado por unas pruebas nucleares hechas por los americanos en los 60-70 y que crearon a esta familia radiactiva, que se alimenta de las presas que se acercan a su territorio.

Al atardecer, el padre y el cuñado deciden ir por un camino cada uno para buscar ayuda, mientras el hijo, la hija mayor, la madre, la hija menor y la nieta se quedan en la caravana.

Cuando anochece empieza la matanza. Cuando solo quedan el hijo, la hija menor y el cuñado, estos deciden acabar con los mutantes y rescatar a la nieta, que los mutantes tienen secuestrada. El cuñado se marcha armado con un walkie-talkie, un bate, una linterna y el perro a atravesar las minas y llegar hasta el pueblo. Hay que nombrar la enorme intervención del perro que llega a cargarse a 2 mutantes el muy cabrón mientras que el cuñado las pasa putas para cargarse a gran parte, pero finalmente rescata a su hija.

Cuando finalmente todos se reunen en la caravana con final feliz, aparecen unos prismáticos observándoles, dejando un final abierto para una segunda parte.

Pasemos a la parte crítica; el señor Aja, el director del film, sabe lo que hace y no se corta demasiado en mostrar escenas fuertes, dirigiendo a los actores, que ninguno de ellos está mal (no como suele pasar en este tipo de películas) y resaltar la actuación del cuñado protagonista, que cobra importancia en la última media hora del film. El guión tampoco tiene apenas problemas y casi ningún altibajo, aunque tampoco es una película para todos los públicos.

Lo mejor: Los mutantes, el gore y la fotografía.

Lo peor: Que habrá secuela, y sin Aja.

Nota: 10/10